El lagrimeo de mi bebé.

A MI BEBE LE LLORAN LOS OJOS

“Mi hijo desde que nació le lloran los ojos. ¿Porqué?¿Qué puedo hacer?”.

Muchos niños al nacer tiene el conducto lagrimal que comunica con la nariz, obstruido. Durante los primeros 4-5 meses debe tratarse mediante lavado, masaje y antibióticos en caso de infecciones, para si a partir de esa fecha no se ha resuelto, proceder a su sondaje.

Demorar el tratamiento solo conlleva el riesgo de infecciones repetidas y del fracaso del tratamiento quirúrgico cuando este se postpone en demasía.

“¿En qué consiste el sondaje lagrimal?.”childrens-eyes-1914519_1280

El sondaje consiste en pasar una cánula desde el punto lagrimal hasta la nariz, para abrir la comunicación obstruida. Esta maniobra normalmente debe realizarse bajo sedación para evitar falsos movimientos del niño, así como cualquier sensación de dolor y para poder analizar el problema en detalle, por lo que debe realizarse en quirófano bajo la supervisión de un anestesista.

“Tengo que hace un sondaje a mi hijo, pero solo tiene 6 meses y tengo miedo a que lo seden, por lo que voy a esperar.”

El resultado del sondaje varía notoriamente dependiendo de la edad en que se realice, reduciéndose marcadamente el porcentaje de éxito cuando éste se realiza a partir del año de edad, por lo que debemos seguir en todo momento la indicación de nuestro oftalmólogo sobre el momento de realizar dicho sondaje en base a la evolución del proceso.

Normalmente se suele esperar hasta la edad de 5-6 meses de vida con tratamiento de mantenimiento mediante limpieza y masaje, para valorar si ocurre la resolución espontánea del proceso, pero si este no se resuelve hay que optar por la opción de sondaje bajo sedación sin demorarlo, para de esta forma tener las mayores posibilidades de éxito quirúrgico.

“Si no funciona el sondaje lagrimal, ¿Qué puedo hacer?”.

Cuando un sondaje no funciona y persiste el lagrimeo, lo normal es que si se ha realizado exitosamente (lo cual se valora durante la intervención), pueda repetirse, pues puede haber vuelto a cerrarse. Si una vez repetido no ha surtido el efecto que se requería, haciendo desaparecer el lagrimeo, existen otras técnicas quirúrgicas dependiendo de la edad del niño para solventar este problema, pues sino lo estaremos condenando a un lagrimeo continuo con el riesgo de infecciones repetitivas.

Estas técnicas van desde la colocación de unos tubitos durante un tiempo para evitar el cierre del conducto, hasta cirugías más complejas, donde ya entran en juego la edad del niño y la maduración de su carita.