Doctor: tengo caspa en las pestañas y los parpados me pican mucho. Esta es una expresión que con frecuencia oímos en la consulta de oftalmología pediátrica. La blefaritis o inflamación de los párpados es algo muy frecuente, especialmente en los niños que debe ser tratada y solucionada para evitar otros problemas como comentaremos.
Los párpados tienen las pestañas que hacen una misión defensiva ante las partículas de polvo que tiene el ambiente, y además existen una glándulas que tienen la función de mantener en un ambiente húmedos los ojos. Muchas de esas glándulas están junto a las pestañas en la misma hilera donde se originan los folículos y secretan de forma continua un líquido con distintas propiedades que benefician el estado saludable de nuestra cornea para permitir una buena visión, sería a modo del agua que limpia el parabrisas del coche, donde los párpados harían de limpiaparabrisas, la cornea de cristal y las glándulas producirían el líquido que los limpia y humedece.
Pues bien, en ocasiones por no haber mantenido las medidas higiénicas adecuadas (los niños especialmente al tocarse los ojos con las manos sucias), o por contaminación del medio ambiente, hace que esa lágrima se infecte, contaminando las glándulas y produciendo una secreción que en lugar de ser transparente y cristalina, adopta un aspecto más pegajoso y sucia, haciendo que al salir de las glándulas se quede adherida a las pestañas y nos de ese aspecto de cómo caspas en los párpados.
Además no olvidemos que estas secreciones tienen gérmenes que hacen que el organismo reacciones contra ellos produciendo esa irritación de los párpados y de los ojos, pues ya ha perdido sus características de limpieza para hidratar correctamente la superficie de la córnea.
Además cuando estas secreciones son muy densas, puede producir la obstrucción de las glándulas y por consiguiente al seguir produciendo líquido las glándulas se hinchan y adoptan el aspecto característico delo que llamamos orzuelos o chalacion (cuando se cronifican), que son esos bultos que nos pueden salir en los párpado y que en ocasiones se hacen repetitivos, pues el origen del problema es la infección y en los párpados hay millares de glándulas que pueden contaminarse pasando la infección de unas a otras. Cuando estos chalacion se ha n cronificado la única solución es su extracción quirúrgica, que si bien es una operación sencilla, en el caso de los niños requiere una anestesia general, pues sino la colaboración es nula y no puede realizarse la intervención con las suficientes garantías.
Pero ¿Cómo solucionamos el problema de las blefaritis?. El tratamiento pasará inicialmente por algún colirio o pomada antibiótica para eliminar los gérmenes existentes, así como fundamentalmente realizar una exhaustiva limpieza de la zona con toallitas con sustancias antisépticas. Es importante recalcar que dado que en ocasiones estas infecciones se producen en la profundidad de las glándulas, no debemos suspender el tratamiento y en especial las medidas de limpieza hasta pasado un tiempo en el que nos aseguremos la total limpieza de la zona y estar libres de síntomas, pues un error frecuente es suspender el tratamiento al inicio de los primeros síntomas de mejoría y que dado que no se ha erradicado la infección en profundidad, esta vuelva a crecer con la consiguiente reaparición de los síntomas.
La aplicación de compresas húmedas con agua templada (tras hervirla y dejada enfriar), es algo que ayuda a reblandecer las secreciones adheridas a las pestañas, pues si hacemos maniobras de limpieza muy agresivas traccionando de los folículos, lo que podemos producir es un daño en dichas pestañas y su caída, con el consiguiente aspecto antiestético. Además no olvidemos que la cronicidad de este problema puede afectar a dichas pestañas provocando su caída por el daño del folículo, lo cual sumado al riesgo de padecer orzuelos, hace que sea un problema que debemos tratar de forma insistente hasta su solución.
Además no olvidemos que estas secreciones originan en ocasiones picor y molestias en los ojos, que hace que los niños se froten los ojos, aumentado el riesgo de nuevas infecciones.
En resumen, que debemos conocer que las blefaritis son problemas muy frecuentes pero que tiene fácil solución con un adecuado tratamiento antibiótico y extremando las medidas higiénicas para evitar el autocontagio o incluso el contagio entre los niños.