Tratamiento del Ojo Vago II. Filtros de Bangerter.

Para conseguir que un ojo vago recupere visión, lo que tenemos que hacer es que utilice ese ojo para poder de esta forma recuperar visión. Para ello, con conseguir que el ojo vago vea mejor que el ojo sano, será suficiente. Evidentemente cuando tapamos el ojo sano, ese ojo anulamos su visión y entonces no queda más remedio que emplear el ojo vago y de esta forma recuperar visión.

Pero en ocasiones no es necesario que hagamos que la visión del ojo sano sea cero, sino que con que disminuyamos su visión por debajo de los valores del ojo vago, va a ser suficiente para hacer que cambie la dominancia ocular y pase a utilizar dicho ojo vago. Así, si por ejemplo el ojo vago ve un 60 % y el ojo sano el 100%, con hacer que el ojo sano pase a tener una visión de un 40 % podremos conseguir que utilice dicho ojo vago, al ser en ese momento el ojo que más visión tiene.

Para ello una alternativa pueden ser los filtros de Bagerter, que son filtros que se colocan de forma adhesiva sobre el cristal del ojo sano y disminuyen de forma graduada la visión de dicho ojo hasta donde nosotros deseemos.

Estos filtros no son tan agresivos como el parche ocular, por lo que podemos requerir más tiempo de su empleo, si bien el efecto cosmético es mucho mejor tolerado. Ahora bien, hay que tener la precaución de que el paciente no levante las gafas para mirar, pues entonces perderemos todas las posibilidades del filtro.

Así mismo, dichos filtros deben ser manejados BAJO EL CONTROL E INDICACION DE NUESTRO OFTALMOLOGO PEDIATRICO, pues deberá emplearlos de forma personalizada y no todos los casos son susceptibles del mismo tratamiento, por lo que será nuestro especialista el que nos definirá cual es el método más apropiado en nuestro caso.

Los filtros de Bangerter son una alternativa más, científicamente probada, en el tratamiento de algunos casos de ojo vago.

En el manejo de estos filtros hemos contribuido con estudios científicos en casos de ambliopías leves y moderadas en anisometropías y en estrabismos, evidenciando que son una buena alternativa siempre que se usen con una correcta indicación y seguimiento por nuestro especialista.

About the author