Tuerzo los ojos: Estrabismo

TUERZO LOS OJOS: ESTRABISMO

“Mi hijo tuerce un ojo, pero lo tenemos toda la familia, no se si debo preocuparme”

El torcer un ojo o estrabismo es una patología importante que debe controlarse desde edades tempranas de la vida. Sí es cierto que estos defectos a veces tienen una transmisión familiar, pero eso no quiere decir que no deba ser corregido, pues puede condicionar el desarrollo de un ojo vago con las consiguientes repercusiones de por vida.

“A veces me parece que mi hijo tuerce un ojo, pero no es siempre, solo cuando mira a los lados”.

Siempre debe consultarse con el especialista ante la más mínima sospecha de desviación ocular, pues esto puede condicionar un ojo vago o ambliopía que posteriormente será necesario recuperar. De todas formas es muy frecuente en los recién nacidos que cuando miran hacia los lados uno de los ojos se esconda por debajo del pliegue del párpado a nivel de la nariz, dando el aspecto de un falso estrabismo o pseudoestrabismo, pues el ojo realmente no tiene tal desviación y por tanto no requiere tratamiento alguno, si bien dada la corta edad del niño, deberá seguirse la evolución para confirmar dicho proceso.

También existen otros tipos de estrabismo que solo se manifiestan en determinadas posiciones de la mirada, pudiendo no estar torcido en otras y llevarnos a equivocaciones con una falsa apariencia de normalidad. Estos también son estrabismos que pueden y deben ser tratados.

“Cuando mi hijo está leyendo mete los ojos”.

Existen múltiples tipos de estrabismos que deben valorarse personalizadamente. No es infrecuente que torzamos en determinadas posiciones de la mirada, como ya comentábamos en la pregunta anterior, o cuando miramos a distintas distancias.

Ello requiere una correcta valoración para evitar dicha alteración, que muchas veces puede solucionarse con una correcta graduación bajo dilatación y otras requiere intervención quirúrgica.

En algunos de estos pacientes requeriremos el empleo de unas gafas especiales que nos corrijan la desviación en las diferentes distancias.

“Le noto torcer los ojos al final del día, o cuando está más cansado”.

No todos los estrabismos son constantes. A veces existen estrabismos que llamamos latentes o forias que ante determinadas circunstancias físicas generales pueden descompensarse y manifestarse en menor o mayor medida. Estos estrabismos que se denominan Forias pueden requerir tratamiento mediante terapia ocular de rehabilitación para evitar su descompensación o incluso con cirugía cuando dicha desviación es muy fácilmente descompensada.

“Mi hijo tuerce un ojo, pero ya se operará de mayor”

Si bien la operación de estrabismo en la mayoría de ocasiones tiene una finalidad estética, el momento de intervenirlo es muy importante, pues postponer una intervención que deba realizarse en edades del desarrollo, puede conllevar problemas a largo plazo más difíciles de resolver, además de que debemos considerar el componente del entorno psicosocial del niño, muchas veces tan importante o más que el componente estético.male-1358725_1280
El estrabismo muchas veces comporta no solo un componente médico, sino también un componente social que debemos tener muy en consideración; Los niños en ocasiones pueden sentirse aislados de sus compañeros y eso les lleva a problemas de integración social que pueden ser realmente importantes.

“Me estoy tapando un ojo pero sigo torciendo; el parche no me sirve o no debo estar haciéndolo bien”.

La finalidad de la oclusión no es evitar que tuerza los ojos, sino recuperar visión. Con el parche vamos a obligar a utilizar el ojo que no está tapado, consiguiendo recuperar visión. Para obtener el mejor resultado, lo idóneo es iniciar el tratamiento lo antes posible, desde los primeros meses de vida, pues a partir de los 10 años, la recuperación va a ser mucho más difícil y en ocasiones imposible.

La maduración cerebral se produce de una forma progresiva, ello hace que a medida que avanzamos en la edad, la recuperación sea mucho más dificultosa, pues la plasticidad cerebral disminuye, motivo por el cual el tratamiento en el adulto, si bien en ocasiones puede ser eficaz, resulta muy dificultoso.

“Al principio torcía un ojo y tras el tratamiento del parche ahora también tuerzo a veces el otro ojo. Creo que el parche me está empeorando la situación”.

Estamos ante un error de concepto importante. Realmente nunca se tuerce solo un ojo; el estrabismo es de ambos ojos, pero se emplea el ojo que mejor visión tiene o que menos esfuerzo nos representa.

Ello quiere decir que no es que estemos torciendo sólo un ojo, sino que estamos empleando sólo el ojo que no torcemos, mientras que el ojo que se desvía no se utiliza. Por ello tras recuperar visión e igualar la visión en ambos ojos es frecuente que alternemos la utilización de ambos ojos de forma indistinta y por tanto alternemos igualmente el ojo que torcemos, por lo que el torcer a veces un ojo y a veces el otro es un indicativo no de empeoramiento, sino de mejoría de la visión en el ojo vago y que la visión puede ser muy similar en ambos ojos.

“Doctor mi hijo tuerce la cabeza, le han dicho que es un «tortícolis» y le han mandado al oftalmólogo ¿Porqué?.

Muchas veces adoptamos giros de la cabeza o tortícolis para conseguir mantener un alineamiento de los ojos y la consiguiente mejora en la visión, por ello aunque el problema que vemos es el giro de la cabeza, el causante es una alteración en los músculos del ojo que deberán intervenirse para evitar ese tortícolis.

En ocasiones pensamos que requiere un tratamiento de rehabilitación de los músculos del cuello, pero lo cierto es que hasta que no solucionemos el problema de la desviación de los ojos, el tortícolis no va a modificarse.

“Me mandaron gafas por un estrabismo, pero cuando las quito sigo torciendo; no me están haciendo nada”.

La finalidad de las gafas es conseguir que el ojo tenga una buena visión sin necesidad de realizar esfuerzos que pueden originar el estrabismo. Por ello si con las gafas tenemos buena visión y no torcemos, el problema estará resuelto, pero evidentemente cuando quitemos las gafas volveremos a la situación de esfuerzo previa y por tanto volveremos a torcer.

kids-1508121_1280Es en estas situaciones donde podemos valorar dependiendo de la edad del paciente la cirugía refractiva (de la gafa), pero nunca del estrabismo que se tuerce al quitar las gafas, pues el problema original se debe a la necesidad de gafas y es lo que debemos solucionar. Si bien ante esta situación de plantear una cirugía refracta, debemos tener en cuenta que siempre debemos esperar a una edad donde la graduación esté estable (a partir de aproximadamente los 20 años) y se haya mantenido estable durante al menos 1-2 años. Además son pacientes que deben ser vistos no solo por el especialista de cirugía refracta, sino también y de forma conjunta por el especialista en estrabismo, que nos orientará sobre los riesgos mayores o menores de la descompensación del estrabismo tras la intervención de cirugía refractiva

¿Cómo puedo evitar que mi hijo tuerza los ojos? ¿qué opciones de tratamiento tengo?.

Existen distintas alternativas dependiendo del tipo de estrabismo que tengamos.

Algunos se corrigen únicamente con gafas, pudiendo ser la solución de ellos la intervención para quitar las gafas y por tanto quitar el estrabismo al corregir el defecto de gafas (reiteramos que a partir de los 20 años y tras una valoración personalizada desde el punto de vista del estrabismo).

En algunos casos la realización de ejercicios de terapia ocular (pero recalcamos que los ejercicios de terapia clásica que están avalados científicamente, no otras terapias sin aval científico) con la colaboración de optometristas especializados, pueden ser útiles, especialmente en algunos tipos de estrabismos divergentes (ojos hacia afuera).

Otros requerirán el empleo de cirugía donde movamos los músculos del ojo para colocar los ojos en la posición más correcta.

Además en los últimos años ha surgido la alternativa de colocar una medicación (toxina botulínica) que paraliza la acción del músculo en el que se coloca y que puede ser muy útil especialmente en el caso de estrabismos en los primeros meses de vida.

Cada caso deberá ser valorado personalizadamente.